En la vecina localidad de Berisso, un equipo de la Policía Ecológica se encontró con un hecho que causó un fuerte llamado de atención y terminó en el secuestro de miles de kilos de sábalo, que no cumplían con las normas de seguridad e higiene.

El hecho ocurrió en el puesto de seguridad ubicado sobre la Avenida Río de La Plata, más conocida como Avenida 66. Allí, los agentes notaron algo extraño en un camión en el que viajaban tres personas con un furgón de carga.

Cuando los detuvieron, verificaron que llevaban 110 cajones con 3.000 kilos de sábalo. Claudio González, vocero del grupo, informó a este diario: “Estaban sin la correspondiente cadena de frío, como así también carecían de equipo de refrigeración por lo que se secuestró su carga”. En ese momento, ante la cantidad de pescado en mal estado que transportaban, convocaron a los agentes de Control Urbano de Berisso para que pudieran verificar los datos. “Comprobaron que había una faltante de documentación que los habilitara para efectuar dicha actividad”, marcó González.

Acto seguido, procedieron a aplicar la medida de secuestrar los pescados, que estaban en estado de putrefacción. A la vez, emitieron una infracción al transporte y sus conductores por la situación constatada por la Policía Ecológica local.

Según confirmaron, esa carga de 3.000 kilos fue traslada hasta la sede del Ceamse ubicada en la vecina localidad de Ensenada. “Allí fueron desnaturalizados debido a que, en el estado en que se encontraban, no podían tener otro destino viable”, confirmaron.

Según la hipótesis que manejan en la investigación, se presume que el destino de los mismos era ser procesados como alimento, por lo que actualmente la oficina de Investigación Delitos Ambientales se encuentra siguiendo esa línea en casos similares, por las costas de otras localidades con salida al Río de La Plata.