Violencia sin límite: le fracturaron el cráneo a un comerciante

El sábado a la tarde, una discusión y posterior pelea dejó a un hombre al borde de la muerte en Berisso. Se trata de Eduardo Orlando Muñoz (66), como lo identificó la Policía, quien fue ingresado en el hospital Mario Larrain de esa ciudad con “estallido de globo ocular izquierdo, traumatismo cráneo encefálico y traumatismo facial con fractura de huesos propios de la nariz y macizo facial”, de acuerdo al reporte oficial al que accedió este diario.

La ambulancia lo levantó en la calle 162 Sur entre 18 y 19 y el traslado al centro asistencial se hizo bajo el “código rojo”, por la gravedad del cuadro que presentaba la víctima, agregaron los voceros consultados. Muñoz tendría una parrilla al paso y en ese lugar se produjo el enfrentamiento, al parecer, pocos minutos después de las cuatro de la tarde.

Según las mismas fuentes, del otro lado estaba Ismael Leandro Martínez (35), de profesión empleado, quien quedó aprehendido por el delito de “homicidio en grado de tentativa”, imputación que resultó aún más gravosa con la intervención de la fiscal María Cecilia Corfield, que le agregó la calificante de la alevosía, en los términos de los artículos 42 y 80 inciso 2° del Código Penal. Es que para la titular de la UFI Nº 15 de La Plata, Martínez arremetió contra el parrillero con una serie de golpes que habrían tenido la entidad suficiente para causarle la muerte, “no logrando su cometido por razones ajenas a su voluntad”, explicó la representante del Ministerio Público.

Demás está decir que, en base a las probanzas de autos, el planteo fue convalidado por la jueza de garantías en turno, Marcela Garmendia. Martínez, de acuerdo a los informantes, es hermano de Osvaldo “Karateca” Martínez, quien fue juzgado y absuelto por el cuádruple crimen ocurrido en el barrio La Loma en 2011 (ver aparte).

Se trataría de un hombre con algún conocimiento en la práctica de taekwondo, deporte que presuntamente abandonó hace ya algunos años, agregaron allegados a la pesquisa. Precisamente, para la fiscal Corfield, una vez que estalló el enfrentamiento, Martínez “tomó entre sus manos una pala que Muñoz habitualmente utiliza para su labor de cocinar carne a la parrilla y con ésta le propinó un golpe en la cabeza, provocando que cayera al piso”.

Siempre a decir de la fiscal, esa circunstancia “fue aprovechada por Martínez para continuar golpeándolo desenfrenadamente, con el evidente propósito de causarle la muerte, con golpes de puño en el rostro mientras éste continuaba tendido en el suelo, ocasión en que le produce cuanto menos estallido de globo ocular izquierdo, traumatismo cráneo encefálico y traumatismo facial con fractura de huesos propios de la nariz y macizo facial”.

En medio de la locura que se vivía en el lugar, “la intervención de los demás comensales y vecinos que se acercaron a prestar auxilio a Muñoz, impidieron que Martínez continuara golpeando a la víctima y se alejara del lugar, siendo luego aprehendido por personal policial”, se expresó en la pieza judicial.