En medio de un tenso clima político, los trabajadores municipales de Berisso iniciaron ayer un paro por tiempo indeterminado.

Fue al llevar a cabo una movilización hasta la Casa de Gobierno, a fin de pedirle a Axel Kicillof su intervención tras casi 20 días de conflicto con el Intendente. El reclamo exhibió la fractura dentro del Frente de Todos local, con la adhesión de cinco ediles del oficialismo al reclamo y las criticas que se le formulan a Fabián Cagliardi.

El Sindicato de Municipales lleva 19 días de retención de tareas, exigiendo la entrega de ropa, calzado y material de trabajo para las áreas de servicios. “Nos adeudan los elementos del verano, el retraso es de más de ocho meses”, denunciaron desde el gremio, aunque el presidente del bloque de concejales del oficialismo, Gabriel Marote, afirmó que la indumentaria se entregó el sábado pasado y que tuvo “un par de días” de demora.

Desde el Sindicato afirmaron que el fin de semana sólo se entregó una parte de la ropa que reclamaban los trabajadores, y en varios casos, tuvo que ser devuelta por errores”. Y contaron que, ante la falta de diálogo del jefe comunal, pidieron la intervención del gobernador, Axel Kicillof, a través de un petitorio que ayer entregaron en la Gobernación.

En este marco, desde principios de mes rige en el distrito vecino la emergencia sanitaria decretada por Cagliardi para poder redirigir recursos humanos proveniente de las cooperativas a la recolección de residuos, entre otras repercusiones que la medida tiene en los servicios.

Según indicaron concejales de la oposición, por un convenio de “cooperación mutua”, el ensenadense Mario Secco envió camiones y personal para su asistencia. Pero ahora la medida se profundizó porque los trabajadores iniciaron un paro total por tiempo indeterminado, sumando como reclamo la apertura de la paritaria salarial, que cerró en marzo en un 37 por ciento en tramos, con una posibilidad de revisión en enero.

“No está previsto reabrir esa negociación ahora”, sostuvieron desde la Comuna. Las áreas más afectadas por la medida son las de servicios habituales, como el Corralón, que contempla taras para el mantenimiento de espacio público, la guardería, la seguridad vial y la recolección, entre otros.