Luego de cuatro años de enfrentamientos, amenazas, medidas de protesta excesivas y bronca desde ambas partes, el Sindicato de Trabajadores Municipales y el Ejecutivo encabezado por Fabián Cagliardi comenzaron una etapa de "luna de miel".

Poco le importa a los dirigentes gremiales el silencio ante un necesario y urgente aumento salarial de los empleados municipales, el "olvido" desde el área de economía de abonar parte del sueldo, la mala liquidación del aguinaldo, la falta de pago de tarea penosa porque "el sistema SARHA es nuevo y no tiene ese artículo cargado".

Desde el aplastante triunfo en las elecciones, el Sindicato no fue el mismo y prefirió pararse del lado del patrón y no de los empleados. Esta situación genera disconformidad entre los trabajadores municipales que ven como terminan arreglando por atrás con el Ejecutivo mientras día a día se desvaloriza su trabajo.

De esta manera los tres sindicatos que agrupan empleados municipales, ATE, UPCN y el Sindicato de Trabajadores Municipales de Berisso, se encuentran parados del lado del oficialismo allanándole el camino al intendente para manejar la municipalidad a su gusto.