Diputados confirmó el veto presidencial a la reforma jubilatoria

Con la ayuda de la UCR, el oficialismo logró ratificar el veto del presidente Javier Milei a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria en la Cámara baja.

Nacionales12/09/2024Berisso YaBerisso Ya
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Diputados confirmó el veto presidencial a la reforma jubilatoria.

Luego del quiebre de la UCR, el oficialismo logró blindar el veto del Presidente Javier Milei a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria en la Cámara de Diputados.

El resultado final fue 153 a favor, 87 en contra y ocho abstenciones. La votación terminó teniendo una diferencia mayor a la que se esperaba en las últimas semanas.

La UCR, un jugador clave

Un factor clave en el resultado fue el cambio de postura de varios diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), que acompañaron la reforma jubilatoria y luego se expresaron a favor del veto presidencial.

El quiebre dentro del bloque radical se hizo evidente cuando un grupo de cinco diputados radicales (Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi) se reunió con el presidente Milei en la Casa Rosada, dejando a la vista su voto en contra de las reformas que ellos mismos apoyaron en junio.

La situación dentro del bloque conducido por Rodrigo de Loredo, se agravó considerablemente. Los reproches internos, los escraches públicos y las amenazas de medidas disciplinarias contra los llamados “radicales L” expusieron el malestar. La diputada Danya Tavela, criticó duramente a sus compañeros afirmando que “Roma no paga a traidores y el pueblo tampoco los vota”.

Esta no sería la primera vez que la UCR enfrenta este tipo de dilemas. En 2001, durante la presidencia de Fernando De la Rúa, el partido también atravesó divisiones internas profundas debido a la gestión de la crisis económica. La falta de consenso llevó a renuncias y alejamientos que, en última instancia, debilitaron al mismo gobierno.

Vale la pena recordar que el proyecto llegó al recinto sin dictamen de comisión, por lo que se necesitaba habilitar su tratamiento sobre tablas con dos tercios de los presentes, la misma mayoría requerida para su aprobación. La habilitación se aprobó a mano alzada, incluso con el aval del oficialismo, que prefirió avanzar con la votación para evitar que el tema regresara a comisión y se extendiera su discusión.

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