Un problema histórico y con olor a cloaca

El vertido de desechos sin tratamiento al río en la ribera de La Plata, Berisso y Ensenada genera alarma por la inacción estatal y la falta de controles ante un problema que sigue sin solución

Locales21/10/2025Berisso YaBerisso Ya
66
Un problema histórico y con olor a cloaca.

En la región capital -­­que abarca La Plata, Berisso y Ensenada-, el sistema cloacal atraviesa una crisis estructural que se arrastra desde hace décadas. Miles de litros de aguas negras son volcados cada día directamente al Río de la Plata, sin ningún tipo de tratamiento previo. El sistema, diseñado a comienzos del siglo pasado y apenas modificado con una planta de pretratamiento construida en 1999, resulta completamente insuficiente para el volumen actual de efluentes que genera la región capital.

Los informes técnicos realizados en distintos puntos de la desembocadura, detectaron niveles de contaminación que superan ampliamente los límites establecidos por las normas nacionales y provinciales. Las muestras recogidas en la zona arrojaron valores millonarios de bacterias fecales por mililitro, además de la presencia de antibióticos, fármacos y microplásticos en las especies acuáticas. Los especialistas advierten que esta situación representa un riesgo sanitario y ambiental severo, afectando tanto la biodiversidad como la calidad del agua utilizada para consumo.

A la falta de tratamiento se suma el deterioro de la infraestructura existente. El antiguo caño emisor, que debía conducir los efluentes varios cientos de metros río adentro, se encuentra roto desde hace años y nunca fue reparado. Por ello, los vuelcos se realizan directamente sobre las playas, con desechos visibles en la superficie y un olor nauseabundo permanente. En varios sectores costeros se han detectado sólidos cloacales flotando, mortandad de peces y proliferación de algas tóxicas, señales de un ecosistema gravemente afectado.

El problema se agrava por la ausencia de controles efectivos y la existencia de descargas clandestinas en distintos puntos de la región. Empresas privadas que trabajan con camiones atmosféricos carecen de lugares autorizados para disponer sus líquidos, lo que genera vertidos irregulares en arroyos y canales que terminan desembocando en el río. La falta de fiscalización y de coordinación entre los organismos provinciales mantiene un cuadro de abandono y riesgo sanitario para la población.

A esto se suma la falta de planificación urbana y el crecimiento desordenado de los barrios periféricos, que presionan aún más sobre una red cloacal colapsada. La expansión habitacional no fue acompañada por obras de infraestructura, lo que multiplica los desbordes y las conexiones irregulares. En algunas zonas, los desechos domésticos terminan en zanjas o canales a cielo abierto, incrementando la exposición de los vecinos a contaminantes y enfermedades.

Frente a esta situación, la empresa encargada del servicio informó que existe un proyecto histórico de ampliación de la planta cloacal, financiado con capital internacional, aunque reconoció que la obra no ha sido retomada. Según explicaron, se trata de un emprendimiento de gran escala que avanza lentamente, al tiempo que se ejecutan otros proyectos paralelos, como la construcción de una nueva planta potabilizadora en la zona. Sin embargo, no se precisaron fechas ni plazos concretos para resolver el colapso cloacal.

Mientras tanto, los vuelcos continúan sin control y las denuncias se acumulan. Con una planta que no trata, infraestructura obsoleta, controles insuficientes y obras demoradas, el Río de la Plata sigue recibiendo los desechos de una región que crece sin planificación ni respuesta. El riesgo ambiental y sanitario ya es evidente, y las consecuencias podrían ser irreversibles si no se toman medidas urgentes.

Te puede interesar
LO MÁS VISTO