De la mano de Kicillof, la Provincia al borde del default

Provinciales 14/01/2020 Por Berisso Ya
El bono cuyo vencimiento no puede afrontar el mandatario fue emitido el 26 de enero de 2011 por el entonces gobernador kirchnerista Daniel Scioli. Vidal si había pagado el primer vencimiento de dicho bono en enero de 2019. "Kici" no.
Kicillof
Kicillof no encuentra el rumbo.

La provincia de Buenos Aires está al borde del "default". El gobernador kirchnerista Axel Kicillof anunció que no podría pagar un vencimiento de deuda de 275 millones de dólares previsto para el 26 de enero, y emplazó a los acreedores a aceptar un aplazamiento hasta mayo. La noticia complica la renegociación de la deuda por parte del Gobierno de Argentina, que esta semana tiene previsto iniciar contactos con el Fondo Monetario Internacional.

Durante los últimos días, el gobernador Kicillof solicitó auxilio al Gobierno nacional. Tanto el presidente, Alberto Fernández, como el ministro de Hacienda, Martín Guzmán, dijeron el fin de semana que no acudirían al rescate de la mayor provincia argentina, con 15 millones de habitantes y cuya economía representa casi el 70% del PIB. Eso hizo que los bonos argentinos en dólares cayeran el lunes hasta un 10% (luego se recuperaron parcialmente) y que el peso de cambio oficial se devaluara hasta un 1%. Por primera vez en semanas y pese a los estrictos controles cambiarios, el Banco Central tuvo que vender dólares, 60 millones, para estabilizar el peso.

El anuncio de Kicillof se efectuó mediante un anuncio remitido el lunes por la noche a la prensa diaria y publicado el martes por la mañana. "El 14 de enero la provincia de Buenos Aires anunció que solicitará el consentimiento de sus tenedores de sus Bonos 10,875% con vencimiento en 2021 para aprobar ciertas enmiendas a sus términos y condiciones", decía el anuncio, en el que se convocaba a los acreedores a dos bufetes de abogados, uno en Nueva York y otro en Buenos Aires, para iniciar negociaciones.

El ministro de Hacienda y Finanzas de la provincia, Pablo López, advirtió en un comunicado posterior de que una negativa de los tenedores de deuda sería perjudicial para ellos: "La propuesta de la Provincia se formula bajo el entendimiento de que el rechazo del mercado al diferimiento propuesto resultaría en mayores daños a la economía bonaerense y pérdidas para los inversores en general, que con este paso pueden evitarse".

El bono cuyo vencimiento no puede afrontar Kicillof fue emitido el 26 de enero de 2011 por el entonces gobernador peronista Daniel Scioli, luego candidato presidencial (Mauricio Macri le derrotó en 2015) y recientemente nombrado embajador en Brasil. La entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, negó financiación a Scioli y le instó a buscar crédito en el exterior. Scioli logró captar deuda por un total de 750 millones con un bono sometido a las estrictas leyes estadounidenses y con un elevado interés, del 10,8% anual.

El primer vencimiento del bono, de 250 millones de dólares, fue abonado por la antecesora de Kicillof, la macrista María Eugenia Vidal, en enero de 2019. Para ello tuvo que emitir nueva deuda. Ahora, con los mercados exteriores cerrados (Argentina lleva meses aplazando pagos y tratando de evitar el "default" con el FMI y los acreedores privados) y sin dinero en caja, Kicillof no puede pagar el segundo vencimiento, que con intereses asciende a 275 millones. El tercer plazo vencerá, si no se pactan nuevos términos, en enero de 2021.

Al margen del bono emitido en 2011, la provincia de Buenos Aires tiene otros vencimientos en el presente mes de enero. Entre los días 19 y 26 debería abonar un total de 571 millones de dólares.

Tanto el presidente Néstor Kirchner (2003-2007) como su esposa y sucesora, Cristina Fernández de Kirchner, fueron muy restrictivos con la financiación de las provincias. Eso les permitía disciplinar a los gobernadores, siempre necesitados de ayuda del Gobierno central. Mauricio Macri fue más generoso, pero no recibió a cambio grandes demostraciones de lealtad. El actual presidente, el peronista Alberto Fernández, parece haber vuelto a la vieja estrategia de los Kirchner, amparado en la crítica situación de las cuentas públicas.

A lo largo de la semana pasada, varios gobernadores desfilaron por la Casa Rosada para pedir dinero y encontraron una misma respuesta: "No podemos auxiliar a todas las provincias, ese auxilio simplemente no está previsto en las cuentas del Estado nacional", dijo el presidente el domingo, en una entrevista televisada. "Todo es deuda heredada", añadió, "habrá que ver cómo resolvemos el problema".

Esta semana se encuentra en Washington el argentino Sergio Chodos, director del Cono Sur ante el FMI, para entrevistarse con la directora gerente de la institución, Kristalina Georgieva y presentarle formalmente las propuestas de Alberto Fernández para renegociar la deuda. Se trata de un acto protocolario, porque el Fondo ha sido informado casi diariamente por las autoridades económicas de Buenos Aires. Argentina adeuda al FMI unos 47.000 millones de dólares (la parte desembolsada del préstamo concedido en 2018 a Mauricio Macri) y tiene una deuda pública cercana al 98% del PIB, el 75% de la cual está nominada en dólares.

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