El kirchnerismo bonaerense se consume en su propia interna

Kicillof resiste presiones y Cristina juega por la concurrencia, mientras la crisis social golpea a los sectores más vulnerables y la dirigencia parece ajena a las urgencias del pueblo.

Política07/04/2025Berisso YaBerisso Ya
Kicillof
El kirchnerismo bonaerense se consume en su propia interna.

La pulseada por definir si se desdoblan o no las elecciones provinciales profundiza las diferencias entre los principales referentes del espacio. Sergio Massa, ante la tropa bonaerense, optó por eludir una definición tajante. “Yo no sé si es con concurrencia o desdoblamiento posterior o anterior, pero antes de esto hay que resolver un paso previo”, planteó el tigrense, priorizando —una vez más— la construcción de la unidad antes que la resolución de la ingeniería electoral.

Desde la Gobernación tomaron nota y dan a entender que están dispuestos a llegar a un entendimiento, pero enviaron una señal de alerta hacia quienes buscan avanzar sin consensos: “Si el martes avanzan con meter concurrencia, es un golpe institucional y punto desde el que no hay retorno”.

La frase apunta a los sectores vinculados a La Cámpora y al Frente Renovador, que mañana buscarán llevar al recinto la discusión sobre la suspensión de las PASO, a través de un proyecto impulsado por el renovador Rubén Eslaiman. El eventual acuerdo, que incluiría habilitar las elecciones concurrentes y simultáneas, enciende las alarmas en Calle 6, donde sostienen que no aceptarán que “sus diputados estén dispuestos a avasallar las facultades del gobernador en la Legislatura”.

En este escenario de fricciones, Cristina Kirchner también marcó su postura a favor de la concurrencia, profundizando la presión sobre Axel Kicillof, que hasta ahora dejó abierta la puerta al desdoblamiento como forma de proteger la gestión frente al deterioro social.

La escena es elocuente: mientras el ajuste libertario golpea con dureza y el peronismo debería encabezar la defensa del pueblo trabajador, la dirigencia bonaerense queda absorbida por una puja que, desde la calle, se percibe como desconectada de la verdadera urgencia. El riesgo no es menor: sin capacidad de sintonizar con las demandas populares, la interna del PJ amenaza con debilitar la principal trinchera política contra el modelo de exclusión que propone Milei.

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